La idea es dibujar tu rostro basándose en una fotografía, primero colocada normalmente y después dada la vuelta.
La experiencia me resultó muy entretenida pero desgraciadamente no soy un buen dibujante. Al dibujarla normalmente intenté buscar espacios proporciones mediante medidas en mi mente e intentaba plasmar primero un borrador y después marcar las líneas. En el segundo caso me resultó más complicado ya que me tocaba ver la imagen y al momento de dibujar darle la vuelta y me desesperé, mis movimientos eran más rápidos y sin fijar mucha precisión, recordaba trazos del dibujo anterior y lo intentaba plasmar, al ver la imagen confundía que lado era, pero al final me fui acostumbrando y creo que logré ver más detalles.
El resultado es el siguiente juzguen ustedes:
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